
De Tori Amos, dice Wikipedia: «Es considerada como una de las artistas femeninas vanguardistas de los 90′, por sus canciones líricamente opacas, pero intensamente emocionales…» Y tienen razón, incluso añadiría épicamente emotivas. Siento debilidad por ella, desde hace años la sigo y sus temas en varias ocasiones han constituido la banda sonora de algunos de los relatos que he escrito. Su música, voz, transportan de manera inexplicable, permiten viajar a profundidades inexploradas y a lugares desconocidos, añadiendo intensidad a algunos pasajes…y digo inexplicable porque pese a que muchas de las letras son muy crípticas, no obstante te llega el sentimiento, pasión, rabia, etc…por esa cualidad que posee la música, la poesía, de expresar con un mínimo de palabras la complejidad emocional y existencial del ser humano. La música es una especie de conexión directa, sin intermediarios, pensamientos y palabras, que empañen e interfieran en la comunicación, la resonancia, la conexión entre dos mundos, aparentemente uno externo, el que emite, y otro interno, el que escucha, pero realmente no hay dentro ni fuera, solo sensaciones unificadas que surgen simultáneamente.
En el cuento Tristania, el protagonista conduce el coche velozmente por una carretera peligrosa, en el aparato de música suena el O Fortuna de los cánticos Carmina Burana. Unos cantos irreverentes, críticos, un tanto sarcásticos e irónicos, denominados también poemas goliardos, para referirse a determinados monjes vagabundos, estudiantes bohemios y pícaros, juglares, que yo comparo con los típicos cantos de las Tunas universitarias actuales. Y sin embargo el O Fortuna independientemente del contenido de la letra, es conocido universalmente como un himno épico, muy utilizado tanto en campañas publicitarias, como en películas, porque exalta el ánimo, motiva, extasía, embriaga y por momentos nos hace sentir héroes capaces de gestas memorables. Un claro ejemplo de lo expuesto es la banda sonora de la inolvidable Excalibur de John Boorman.
Tori Amos, tiene un componente un tanto épico y dramático en algunas de sus letras, en otras habla de discriminación, política, sexo, igualdad, religión, etc… sin duda es polémica. La vida es una continua batalla que se desarrolla en muchos frentes, y no siempre se gana felizmente, a menudo se pierde dramáticamente, y a esas escaramuzas en la vida siempre les acompaña una B.S.O. una música de fondo, que actúa como un bálsamo que escuece al aplicarse pero que alivia al caminante. La música, y también las sirenas en ocasiones conducen con sus cantos a las rocas, viajes a dimensiones interiores desconocidas, pueden ser turbadores, inquietantes, pero sin duda bellos, hipnóticos, conmovedores. Tori Amos es una sirena.
Black Dove (January), me encanta. 🙂