Después de mucho tiempo tratando de encontrar a la esquiva: La diosa blanca – Gramática Histórica del Mito Poético, de Robert Graves, un autor que me gusta mucho, finalmente la he conseguido. Es una temática que me interesa especialmente y que había ido relegando al estar descatalogado el libro, pero ahora llega en un buen momento, una lectura muy apropiada para estos días mágicos rozando el solsticio de invierno.
Esta obra junto con la de Joseph Campbell El Heroe De Las Mil Caras – Psicoanálisis Del Mito, son dos libros de cabecera, dos guías para caminar por ese nebuloso mundo de la mitología y las leyendas.
La dedicatoria del libro empieza así:
Todos los santos la vilipendian y todos los hombres sobrios
que se rigen por el justo medio del dios Apolo,
despreciando a los cuales navegué en su busca a lejanas regiones,
donde era más probable encontrar a la que deseaba conocer
más que todas las cosas, la hermana del espejismo y del eco.
Era una virtud no detenerse, seguir mi obstinado y heroico camino,
buscando en el cráter del volcán, entre los témpanos de hielo;
o donde se borraba la huella,
más allá de la caverna de los siete durmientes,
a aquélla cuya frente ancha y alta era blanca como la del leproso,
y sus ojos azules, y sus labios como bayas de fresno,
y su cabello rizado del color de la miel hasta las blancas caderas.
La verde savia de la primavera que en el árbol joven se agita
celebrará a la Madre de la Montaña,
y todos los pájaros canoros la aclamarán un día,
pero yo estoy dotado, inclusive en noviembre,
la más desapacible de las estaciones,
con una sensación tan grande de su claramente raída magnificencia
que olvido la crueldad y la traición pasadas,
indiferente a dónde puede caer el próximo rayo.